El pasado jueves 7 de junio de 2018, asistimos a una completa ponencia sobre “Cyberbullying, adicciones y otros males de la Red” en nuestros habituales #JuevesDigitales. La mesa estuvo compuesta por Elena Fariña Vargas (Maestra de Educación Primaria y Coordinadora TIC en el Colegio MM. Dominicas Vistabella); Raquel Martín González (Doctora en Psicología. Investigadora de la ULL en el proyecto IC-Health) y Belén San Nicolás Santos (Profesora del Departamento de Didáctica e Investigación Educativa de la ULL).Las ponentes nos ofrecieron una perspectiva amplia cada una en relación con la disciplina o función que realiza.
Cyberbullying, adicciones y otros males de la Red
Elena Fariña, desde su visión como profesora, nos ofreció su experiencia práctica e introdujo la temática de cyberbullying en relación con las otras tendencias de bullying y las características que implican. La profesora comenta que el mal uso de las tecnologías o el desconocimiento, puede llevar al bullying o a las adicciones. Apoyada en datos de informes europeos, nos comenta que actualmente los niños de ocho años o con menos edad, ya disponen de dispositivos móviles. Los usos más habituales de los dispositivos móviles en estas edades son el uso de mensajería instantánea (Whatsapp, Line, Telegram y similar) y las redes sociales (Instagram, Twitter, Facebook, entre otros). Una agresión puede ser a través de: un maltrato verbal con implicaciones directas (insultos, burlas…) o con implicaciones indirectas (hablar mal de alguien, difamar, crear rumores infundados), una agresión o maltrato físico, aislamiento o intimidación psicológica.
El cyberbullying puede ocurrir por realizar falsas acusaciones, publicar información y datos de otras personas y alentar contra ella
Como nos comenta, el bullying puede llevarse a cabo en escenas y espacios públicos, privados o virtuales, pero según su opinión, todos mantienen una estructura similar donde existen agentes agresor, una víctima, espectadores activos que apoyan al agresor, espectadores pasivos que actúan como conspiradores del silencio y, por último, aquel sector proactivo que defiende los derechos de las personas y se pueden convertir, según las palabras de la experta, en verdaderos héroes y heroínas.
Belén San Nicolás pone en relevancia que Internet y los diferentes soportes tecnológicos ofrecen unas diferentes posibilidades para la comunicación y el acceso a la información. No obstante, pueden generar espacios, en los que un uso inadecuado, puede dar pie a manifestaciones de adicción y/o violencia. Las tecnologías digitales pueden ofrecer espacios en los que acompañados de un mal uso, el acoso puede ser en cualquier momento y en cualquier lugar. La ponente resalta la importancia de la prevención en el sector educativo para detectar y sensibilizar en el uso adecuado de las tecnologías por parte de niños, niñas y adolescentes. Como el uso de las tecnologías implica un contexto digital, la experta afirma que hay que trabajar la identidad digital, la socialización en entornos digitales y aprender a relacionarnos en la red acompañados de unas normas sociales y éticas. Las redes sociales, pueden exaltar y difundir en espectros más amplios, las características y circunstancias de la propia adolescencia, lo que podría llevar a que el impacto hacia la víctima sea más perjudicial. Según su opinión el cyberbullying puede ocurrir por realizar falsas acusaciones, publicar información y datos de otras personas y alentar contra ella, por efectuar una vigilancia y seguimiento, por recopilar información para ser usado en su contra, entre otros. Asimismo, nos advierte que la pantalla puede dotar de cierta seguridad al agresor y haga que alumnado que normalmente no respondería ni se atrevería a realizar esta conducta de persecución a otras personas, en plataformas digitales sí que pueda llevarlo a cabo.
Desde el punto de vista clínico, la experta en psicología Raquel Martín, nos comenta que las personas víctimas de acoso efectuarán determinadas acciones y sintomatología que pueden ser signos de alerta por parte de las familias, compañeros y compañeras y profesorado. Algunos signos de alerta pueden ser los cambios de hábitos, aumento de una actitud miedosa al ir a clase o al tener contacto con las tecnologías, el bajo rendimiento escolar, la pérdida de interés en actividades que anteriormente suscitan entusiasmo, el aislamiento social, la baja autoestima o indefensión.
Estos signos de alerta pueden sensibilizar más nuestra detección ante este tipo de acciones, pero podrían no ser las únicas. Por los conflictos emocionales y sociales que pueda estar viviendo la víctima, también se podría padecer cierta sintomatología (como dolor de estómago o dolor de cabeza) que puede ser confundido por una excusa y falta de ganas de ir al colegio.
Como bien nos comenta la profesional, estos efectos podrían derivar a trastornos o alteraciones en su realidad física y digital, pudiendo provocar síntomas disociativos de su conciencia y del conocimiento de su identidad. La persona víctima de acoso podría terminar teniendo problemas a lo largo de su vida que pueden afectar a su autoestima, su comprensión de sí mismo/a o su socialización en el ámbito personal y profesional. La experta en psicología nos recomienda que no se intente culpabilizar a la víctima ni que se juzgue en exceso al agresor/a, ya que ambos pueden ser niños y niñas y que, como tal, pueden necesitar apoyo psicológico. Acudir a un profesional es mejor que forzar una conversación con la parte implicada del agresor, e intentar sondear la situación con prudencia resulta más adecuado que hacer preguntas directas para inmiscuirse en la situación o para culpabilizar a la víctima de su situación.
Este evento ha resultado bastante interesante para tener una mejor acercamiento a la temática del cyberbulling, conocer sus características y entender las posibilidades de prevención gracias a la tutorización y a proyectos con el objetivo de erradicar el acoso, tener más conocimiento sobre los posibles peligros del uso de la tecnología en edades tempranas y cómo podemos aprender a hacer un mejor uso, así como conocer qué acciones realizar en el caso de que se esté dando la situación y qué respuestas psicológicas podrían afectar en el desarrollo integral de la persona víctima de acoso. En definitiva, hemos tenido la oportunidad de conocer diferentes medidas de prevención, actuación e intervención que posibilitan mayor conocimiento y perceptiva a la temática compleja que sufren muchas personas en nuestros centros educativos.
Este jueves, 14 de junio, daremos fin a la última semana de los Ciclos de Conferencia con el debate “Videojuegos eSport: ¿son educativos? ¿son deporte?”, ¿te lo vas a perder? En esta ocasión se contará con tres invitados con experiencia en videojuegos, deporte y educación.